Te quise y más que eso
Lo supiste y me creíste eterna
Me soñaste entregada, sin esfuerzo
Siempre alfombra esperando,
Deseando tus pies sobre mí
Para comer de tus migajas
Para beber de tu dolor…
Hoy sigues sintiéndote impune
Soberbia como dueña
y engreída como reina…
Pero no sabes que tu corona es de espinas
Que debajo de la máscara eres duelo
Que el poder de tu cetro es tan subyugante como
efímero
Y si eres sol,
tu potencia sólo reside en saber secar
Gota a gota y sin remedio,
La fuente de toda mi ternura.
María
Eugenia Rojas
http://eu-hambruna.blogspot.com.ar/
0 comentarios:
Publicar un comentario