Cuánto
afán, cuánto tiempo, cuánta energía, puestos en pos de andar prolijos, impecables, pulcros, limpios, planchados, peinados…
¿Peinados?
Sí, peinados y antinaturales… de cartón… inertes espantapájaros rígidos, iguales,
sosos, anestesiados, miedosos… pero eso sí… todo ordenado, todo "como Dios manda"... que no se te mueva una pajita… cada una en su lugar…
Yo
he aprendido que el mundo está loco…
Yo
he aprendido que la vida no se vive peinada…
Loca
y despeinada, sí, como este mundo singular…
Mundo
en el que lo bueno es malo… lo rico engorda o hace mal, lo que nos gusta sale caro, la
sonrisa arruga, el sol produce cáncer, el día envejece… y vivir despeina…
Entonces…
¿qué queremos?
¿Conservas
en formol? Yo paso…
Bailar
despeina, saltar despeina, hacer el amor despeina, cantar despeina, correr
despeina, viajar despeina, gritar despeina, nadar despeina, jugar despeina, emocionarse despeina, acariciarse despeina, el
viento en la cara despeina, el mar despeina, los besos despeinan, los abrazos
de verdad despeinan, reírse a carcajadas despeina…
Pero
en casa siempre te dijeron que tenés que cepillarte cien veces al día el cabello…
Y tal vez lo hiciste por años, e incluso lo seguís haciendo…
Yo
he aprendido que, pese a todo lo que me he peinado, la vida se saborea más con
los cabellos revueltos…
Yo
he aprendido que quiero viajar en montaña rusa, sí, y en el primer carrito…
justo ahí donde el pelo se eleva más que nunca contra toda fuerza de gravedad…
No
más peine, no más cremas, no más cepillos…
No
más planchado, ni por dentro ni por fuera… que no hay mejor plancha que el
calor del cuerpo, y si es de dos cuerpos, mejor…
Que
el aire me despeine, que tus manos me despeinen, que la vida me despeine…
Que
cuando me mire en el espejo, vea a la mujer que realmente soy, no a la mujer
que otros quieren que sea… otros que quizás ni conozca, ni me importen…
La
vida es una sola, la vida es hoy…
La
vida son tres días, y ya pasaron dos…
Vivir
peinados es vivir creyendo que vamos a ser eternos…
Hoy
he aprendido que quiero disfrutar las cosas tal como son… y quiero hacerlo ya mismo…
Hoy
quiero salir a caminar el mundo en zapatillas, fresca y cómoda… Hoy quiero
dejar de lado las formalidades, quiero gritar que te quiero, quiero derrochar mimos, quiero que el sol
entibie mi rostro, quiero que el viento se cuele entre mi ropa…
Y
que cuando me refleje en tus pupilas o en algún cristal, me encuentre sonriente
y llena de vida.
Olvidate
del gel, del brushing y del spray… que cuando te reconozcas feliz en el espejo,
lo peor que te puede pasar es que te tengas que volver a peinar…
María
Eugenia Rojas
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