No eres mi media naranja, ni tú ni nadie lo es.
Yo tampoco soy tu otra parte, ni nadie más lo será.
No hemos nacido incompletas, no nos falta ninguna
mitad.
No soy perfecta, ni todo lo puedo.
No eres perfecta, ni tampoco debes serlo.
A veces me siento llena, a veces vengo vacía…
A veces tendré más que vos, a veces tendrás más que
yo…
Si estamos juntas es para compartir lo poco o mucho
que haya, para acompañarse y rodar poblando de más sonrisas este camino… porque
de a dos parece que el suelo se alisa…
Pero no hace falta que llenes mis vacíos, ni que
cargues con la responsabilidad de completarme.
La plenitud se disfruta de a dos, pero se logra de a
uno, y ese uno nunca es el otro… Cada cual es responsable de alcanzar su propia
realización.
Me ayudas a crecer, pero no puedes crecer por mí.
Te ayudo a crecer, pero no puedo hacerlo por ti.
Y si quieres ser mejor compañía en esta ruta,
primero llénate tú, que si tienes el alma vacía, nada tendrás para volcar sobre
mí.
Si te empeñas en esperar la media naranja para ser o
sentirte completa, lo más probable es no encuentres nada…
O nada más que un medio limón…
María
Eugenia Rojas
http://eu-hambruna.blogspot.com/
gustosisimo el citrus de mi orgullito, ademas,creo que si me das una moneda y yo te doy otra, los dos saldremos con una moneda cada uno, pero si me das una idea y yo te dpy otra, ambos saldremos con dos ideas cada uno.- j.r.r.
ResponderEliminargustosisimo el citrus de mi orgullito, ademas,creo que si me das una moneda y yo te doy otra, los dos saldremos con una moneda cada uno, pero si me das una idea y yo te dpy otra, ambos saldremos con dos ideas cada uno.- j.r.r.
ResponderEliminarPapuchi!!! ¡qué sorpresa!!!!
ResponderEliminar:)
Gracias por tus palabras, tan acertadas como siempre.