Y hoy…
estoy aquí como en un exabrupto, entreabriendo una puertita, en un paréntesis para fluir… sintiendo como si hiciera un siglo que no hay
música en mis oídos, que no hay caricias para mi alma, que deshojada tras un camino de pétalos tu fragancia se
esfumó, que llevo las manos vacías, que las mariposas se me fueron a dormir…
Y te pienso…
pese a que no quiero, te pienso… y me sorprendo como una idiota, mirándote en
los recuerdos, contemplándote en sueños, y suspirando al ritmo de un “¡qué
linda! ¡qué linda!” que mis labios dejan escapar mientras la imaginación me
dibuja tu rostro, tu cuerpo y tu risa.
Y así ando…
con más sueños que nunca, cargando bolsitas repletas que desbordan mimos y besos sin dueño,
con el deseo durmiendo en la punta de los dedos, esperando el roce de tu piel
para despertar…
María
Eugenia Rojas
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