Cada
minuto que pasa es un precioso regalo que se va, que como llega se escurre y ya
no vuelve más…
El
tiempo que nos ha sido otorgado… ¿lo sabemos valorar?
Miro
a mi alrededor… me miro a mí misma… y siento que no… Siento que vivimos como si
fuéramos a ser eternos…
El
tiempo nos ata y a la vez nos libera… limitación que nos permite ser, dulce contradicción…
El
tiempo nos devora… es ese mismo tiempo que trae alas para que le pongamos
sentido…
Presos
del tiempo y de nosotros mismos, eternidad anhelada, deseos que laten al ritmo
de un tic-tac…
Cuarta
dimensión que guía cada uno de nuestros pasos, que muy tempranamente aprendemos
a reconocer y a medir… Sin embargo, ¿quién comprende realmente el significado
de ese ente tan abstracto que, pese a ello, se vuelve tan concreto cuando nos
enfrenta a nuestro propio fin?
María Eugenia Rojas
0 comentarios:
Publicar un comentario