Gloria y honor: Es poco para honrar a esos
soldados y suboficiales, de primera línea de combate.
¿Por qué? Porque defendieron nuestro suelo,
sin práctica militar, sin ropas adecuadas para tremenda zona (casi en
alpargatas), mojados en forma permanente, con intenso frío, por días enteros
sin agua potable ni comida y, por si esto fuera poco, sin armamento adecuado o
escaso. Sólo poniendo el pecho y gran corazón, para enfrentar a una de las más
poderosas potencias militares de la tierra. Mientras tanto, en el continente,
nuestros altos mandos, bajo techo, bien protegidos, bien comidos y mejor
bebidos, jugaban a la guerra alocadamente y sin la más mínima planificación. Estos
no defendían la patria. Sí, sus intereses mezquinos, para prolongar una nefasta
dictadura militar genocida, que por esos días se les caía a pedazos. Así les
fue y así nos fue. Gracias a Dios, hoy ya los juzga la historia verdadera.
Recuerdo en ese tiempo, un estribillo que rezaba y coreaba el pueblo: “Los militares argentinos no sirven para
gobierno, no sirven para la guerra, los militares no sirven para una mierda”.
También escuché, hace unos años, entre tantas
barbaridades sucedidas en esta guerra, decir, a un inexperto soldado de unos 19
años que luego de un par de días en el frente, sin comer ni beber, retrocedió
de sus filas, y en la zona donde se habían resguardado sus jefes, encontró luego de cavar
un poco, un hueso pelado (parece que los jefes sí comían, y carne), y lo fue
chupando hasta disolverlo totalmente.
Personalmente,
también escuche por TV, acá en el país, a un jefe militar mintiendo, al explicar
que en Malvinas, todos los combatientes estaban bien pertrechados, comidos y
abrigados. Todo dicho con ímpetu y agregado desparpajo. Una más de tantas
mentiras e injusticias, de estos, por entonces, intocables, Hijos de........la
P........ATRIA. Disculpe el lector mi franqueza, pero si callamos la verdad,
seguiremos por el camino equivocado y jamás podremos limpiar a este rico país,
de vende patria y corruptos ciegos de poder. Y sirva todo lo referido, por mis
hijas, mi nieto, mi familia y argentinos bien nacidos que son muchos. En
especial, por la juventud de 30 ó más años, que no vivieron en plenitud esta
aberrante guerra. Para que se enteren y jamás permitan que se apoye la
barbarie.
Pero
es mi deber, dejar un párrafo aparte, para mencionar a la fuerza aérea y naval,
que con sus 55 valientes, fallecidos en acción, fueron, son y serán, un
verdadero ejemplo, por capacidad, valor, entrega, sacrificio y responsabilidad.
Reconocidos en el mundo entero y admirados con énfasis por el propio enemigo
inglés.
Muchísimo
más se puede decir sobre el tema, pero me remitiré a recordar a los héroes del
Crucero General Belgrano.
Finalizo
enfatizando en estos 30 años de MALVINAS, que en la guerras, pierden tanto los
vencidos como los triunfadores.
JRR
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