somos como una pelota que rebota contra el piso y vuelve a elevarse.
Pero finalmente cae,
cuando nos damos cuenta de que la otra persona no nos quiere.
Así que...
¡hemos de ser una pelota que cae y rebota constantemente!
(dibujo hecho por) Sandy
Yo quiero estar siempre en el aire, ni siquiera tocar el piso... Imposible, ¿no? Y sí... así que me conformo con rebotar...
ResponderEliminar:)
Sandy: Tu reflexión me parece formidable, de profunda experiencia. Genial.
ResponderEliminar