Aunque
creas que nada tienes para agregar, que está todo dicho o que, simplemente, te
ha venido seco el tintero, pues no hay excusa que valga tu silencio, no hay
razón para sellar tu boca, salvo que estés siendo besado/a, cosa que igual no
es excusa, pues luego del beso seguro tienes aún más para decir, mucho sentir
para regalar… y si no le pones palabras, ¿de qué manera tu voz nos va a llegar?
Todos
tenemos algo para decir, todos tenemos ideas y emociones que queremos compartir…
No te
calles, siempre habrá alguien que quiera escuchar.
Escribe en
mis pupilas, escribe en mi corazón, que tu palabra llegará hasta mis oídos y
más lejos también…
María
Eugenia Rojas
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