La soberbia es una forma particular de la discapacidad, que suele afectar a gobernantes, directivos, funcionarios, etc., y también a porteros, choferes de colectivos, empleados públicos y casi a todos aquellos infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder. He aquí algunos consejos para no caer en la tentación.
Diríjase usted a una zona rural, elija el campo que más le guste, desnúdese y espere a que anochezca. Cruce entonces el alambrado, con cuidado de no perder ninguno de los atributos del poder, según sea su sexo, y camine hasta que sienta que esta en medio de la soledad más absoluta. Una vez allí, levante la cabeza al cielo y mire las estrellas. En ese instante usted, visto desde el espacio, debe ser algo así como un virus instalado sobre una pelota de fútbol. Piense entonces que está usted parado sobre un minúsculo planeta que gira alrededor del sol y que el sol es nada más que una estrella pequeña entre los millones de estrellas que usted esta viendo y que forman nuestra galaxia. Recuerde, además que nuestra galaxia es una de las millones de galaxias que hace millones de años giran a través del espacio. Una vez que haya seguido estos pasos, coloque los brazos en jarras sobre la cintura en actitud desafiante, o adopte cualquier otra postura que le parezca suficientemente cabal para expresar el inmenso poder que usted tiene, e hinchando las venas del cuello grite con toda la voz que sea capaz de juntar en ese momento.
¡ YO SÍ QUE SOY ALGUIEN VERDADERAMENTE PODEROSO !
Luego espere a ver el resultado. Sí ve que algunas estrellas se sacuden, no se haga demasiado problema. Es Díos , que a veces no puede aguantar la risa.
(No citan al autor. Al parecer, no es de SAn Martín por obvias razones)
la frase es del Gral San Martin.
ResponderEliminarGracias por tu comentario!
ResponderEliminarLo voy a chequear!
ResponderEliminarGracias por tu comentario!
ResponderEliminarGracias por tu comentario!
ResponderEliminarLa verdad, la he visto en un texto más amplio, que no parece ser de San Martín.
ResponderEliminarLa verdad, yo ya no sé, a ver quién puede decirlo, le damos un premio!! jajaja
ResponderEliminarMUY BUENA LA FRASE!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarLa soberbia es una forma particular de la discapacidad, que suele afectar a gobernantes, directivos, funcionarios, etc., y también a porteros, choferes de colectivos, empleados públicos y casi a todos aquellos infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder.
ResponderEliminarHe aquí algunos consejos para no caer en la tentación.
Diríjase usted a una zona rural, elija el campo que más le guste, desnúdese y espere a que anochezca.
Cruce entonces el alambrado, con cuidado de no perder ninguno de los atributos del poder, según sea su sexo, y camine hasta que sienta que esta en medio de la soledad más absoluta.
Una vez allí, levante la cabeza al cielo y mire las estrellas. En ese instante usted, visto desde el espacio, debe ser algo así como un virus instalado sobre una pelota de fútbol.
Piense entonces que está usted parado sobre un minúsculo planeta que gira alrededor del sol y que el sol es nada más que una estrella pequeña entre los millones de estrellas que usted esta viendo y que forman nuestra galaxia.
Recuerde, además que nuestra galaxia es una de las millones de galaxias que hace millones de años giran a través del espacio.
Una vez que haya seguido estos pasos, coloque los brazos en jarras sobre la cintura en actitud desafiante, o adopte cualquier otra postura que le parezca suficientemente cabal para expresar el inmenso poder que usted tiene, e hinchando las venas del cuello grite con toda la voz que sea capaz de juntar en ese momento.
¡ YO SÍ QUE SOY ALGUIEN VERDADERAMENTE PODEROSO !
Luego espere a ver el resultado. Sí ve que algunas estrellas se sacuden, no se haga demasiado problema.
Es Díos , que a veces no puede aguantar la risa.
(No citan al autor. Al parecer, no es de SAn Martín por obvias razones)