A mi Musa, que escribe en mi alma y me regala el tintero de su corazón...
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miércoles, 9 de noviembre de 2011

Deseo

Te escucho, te leo, te siento, y un sol de colores se apodera de mí.
Suave y tibia brisa vierte rocío de amanecer en mis mejillas,
me embriaga néctar dulce de palabras,
me abrasa el calor de tu poesía.
Ofrenda melodiosa que destila sensualidad,
que brota de tu boca viajando en esa voz de terciopelo,
que vuela en el tamborileo de tus dedos de caramelo,
pero que nace de los más hondo de tu corazón.
Esas palabras que irradian exquisita magia de jugosa pasión,
que son luz, que son vida, que son amor.

Te sueño y el alma se me viene a las manos,
se me sensibiliza el cuerpo, me crecen alas.
Me vuelvo gigante, eterna, brillante,
desbordo de dones para compartir.
Me lleno de sonrisas, de suspiros, de besos,
comulgo con el universo, soy parte vital de la creación,
y se abruma, se exalta de ternura mi corazón.
Ése que lleva tu nombre,
ése que grita que la vida es bella,
más bella cuando bombea sueños y vos fluís con ellos…

Te imagino y se alborotan mis sentidos,
se agita mi suspiro, de arco iris se pinta mi emoción.
Licor de flores se me antoja tu sabor,
un oasis de pasión se derrama sobre mi cuerpo,
y no puedo contener esta necesidad de convidarte con tanto ardor.
Siento en el pecho, tu deseo como galope…
Y me late el corazón entre las piernas.
Ésas que corren si tu voz me nombra,
ésas que caminan desiertos para llegar a vos,
ésas que, como yo, no pueden ser sino de a dos.

Te veo, te huelo, te acaricio, y dulce contracción palpita en mis entrañas,
Me lleno de luz, me entrego, me abro,
Tu esencia y la mía, una sóla lluvia…
Anhelos que vibran en la respiración…
Trémulo palpitar que pulsa en aumento…
Aire entibiado que envuelve como aura…
Soy espera que late, lujuria que quema y manos cargadas de cielo.
Esas manos que te buscan,
esas manos que se funden en las tuyas,
esas manos que están vacías si no se encienden en tu piel.

Te robo un instante de eternidad y mi deseo se hace infinito.
Soy sólo sentir y me lleno de vos…
Un ángel baja del cielo y derrama todo el amor del mundo sobre mí.
Soy mar de vida, puerto de mimos, arrullo irresistible de sirenas,
soy caudal de abrazos que se agita y bebe de tu río de placer.
Ese río que desborda, que acelera, que explota,
que rompe compuertas, que inunda, que enloquece,
que hace viajar al cielo en sinfonía de suspiros densos, mudos, agudos…
El mundo se detiene, el tiempo deja de marcar su compás,
Y no hay más urgencia que amarte, que robar tu alma, que llevarse tu corazón…

María Eugenia Rojas



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