A mi Musa, que escribe en mi alma y me regala el tintero de su corazón...
Si querés unirte a este blog y compartir lo que escribís, te estábamos esperando, comunicate al siguiente correo: ma.eugeniarojas15@gmail.com

jueves, 29 de septiembre de 2011

Amor: ¿Verdades o Falsedades De Perogrullo?

Perogrullada (De Perogrullo): 1. f. coloq. Verdad o certeza que, por notoriamente sabida, es necedad o simpleza el decirla.
Real Academia Española

Amor a primera vista…. Amor para toda la vida… el amor de tu vida llega una sola vez… etcétera, etcétera. ¿Quién puede decir tantas pavadas? Ni yo, que soy más cursi que puntilla de color rosa…
El amor no tiene nada que ver con la vista; si así fuera, los ciegos nunca sabrían de amor… Con la vista sólo podemos sentir atracción, deseo que obnubila el pensamiento, que confunde emociones… pero eso es muy diferente del amor…
El amor aparece cuando puedes entrar en el alma del otro… cuando puedes ver lo que hay allí dentro, cuando eso que percibís tiene el calor de una tarde de sol, cuando también te dan ganas de abrir tu corazón…
El amor para toda la vida, sí… en parte sí; pero no en el sentido de un sólo y único amor, ni en el de una pareja que necesariamente dure toda la vida… ¿Quién puede decir que no va a cambiar? ¿Quién puede asegurarse de que el otro no cambie? Y menos, siendo que el cambio es necesario... ¡Cuánta chatura hay en quien pretende transitar esta vida sin evolución alguna!, y más chatura, ignorancia y egoísmo es desear que otro, a quien se dice amar, permanezca estático, sin crecer, sin evolucionar. Y, a veces, esa evolución, puede estrechar vínculos e incrementar motivos para compartir; pero, otras tantas, también nos aleja… Pero si el amor realmente existe, pues sí, siempre queda, aunque las personas sigan su camino por calles diferentes… Continuar en sendas distintas, en general, se interpreta como desamor, como fracaso, como: “y… no era el amor de mi vida…” Y el amor no tiene nada que ver con atar a una persona a la pata de tu cama el resto de sus días, o de los tuyos…
¿Un sólo amor? ¿El amor de tu vida y nada más? ¡Qué ridícula limitación irreflexiva! Se contradice por todos lados, es perogrullada que se repite sin ningún tipo de idea acerca de lo que se está diciendo, que más que simpleza decirla, lo es no pensarla; es necedad que no resiste ni el cuestionamiento más básico… El amor es una capacidad que todos tenemos, no empieza y termina con ninguna persona, es algo propio, que forma parte de nosotros mismos, que nada ni nadie nos quitará. Decir o pensar que sólo una persona en esta vida puede hacer florecer el amor en nuestro corazón es subestimarnos, es considerar que somos más pobres y limitados de lo que en realidad somos. Por lo menos, en lo que se refiere al amor, no tenemos límite alguno; a menos que nosotros mismos seamos quienes nos pongamos las barreras. ¿Cómo podemos creer que sólo podremos conocer a sólo una persona que sea digna de recibir nuestro corazón, que no le hará daño y que también entregará el suyo? Eso depende de nosotros, no culpemos a los demás, ni nos escondamos detrás de estas fantasías para justificar que no estamos enamorados, que hemos fracasado en el amor, o para autoengañarnos con que somos tan fieles que nunca amaremos a nadie más que a quien ya hemos amado…
El amor con mayúscula no tiene un solo dueño… el amor con mayúscula no se agota, se regala a granel, se esparce como semilla y nunca se acaba… Es más, el amor con mayúscula no se limita sólo a una pareja; el amor con mayúscula es también el que se siente por un hijo, por un hermano, por una madre, por un padre, por un amigo, o por quién sea, sin necesidad de rótulo alguno… Si de pareja se trata, podemos obsequiar exclusividad a una persona, en relación a la convención social de lo que hemos aprendido que significa estar en pareja, porque la sociedad y las subjetividades humanas están organizadas así… Y no está mal… Pero eso no quita que no amemos ni podamos amar nunca a nadie más; y si nos vuelve a pasar, eso no implica que no amábamos realmente a ese otro que pasó antes por nuestras vidas… ni siquiera significa, necesariamente, que lo hemos dejado de amar. Tal vez esa persona ya no nos completa como queremos porque hemos cambiado, o nos hemos conocido más… Sea como sea, puede ocurrir que los puntos de encuentro se hayan distanciado… Pero desatarse no significa no haber amado o no seguir amando… Sólo cabe cuestionarnos el amor si un día nos encontramos incapaces de comprender, obrando con odio, con resentimiento, deseando que el otro sufra, no perdonando, viviendo la distancia como fracaso. Si hemos amado, no podemos más que comprender, que seguir brindándonos desde el lugar que haga más feliz a ese alguien cuyo latido siempre vibrará dentro nuestro, que sentir que hemos sido y seguiremos siendo afortunados…
La verdad es que no hay que poner tanto rollo, ni tantos engaños en algo que es tan simple y tan bello. ¡Sí, hemos amado! ¡Y somos capaces de más! Amamos en el pasado, amamos en el presente y amaremos en el futuro, y ¿por qué no? con la misma intensidad. No tendremos un sólo amor; y menos, seremos tan idiotas de creernos tan mezquinos o tan reducidos como para darle el gusto al primer tonto que dijo que así era, y a los que, sin pensar demasiado, lo han repetido por años…
María Eugenia Rojas
http://eu-hambruna.blogspot.com/


0 comentarios:

Publicar un comentario

Chat gratis